Felipe Gonzalez, una vergüenza para nuestro país |
La osadía de Felipe Gonzalez no tiene limites, hasta el punto de que viaja a Venezuela con la excusa de que va a defender a unos presos "políticos", y en realidad pretende convertirse en mediador entre el gobierno y la oposición en un país democrático, entrometiéndose en su política interna. Y esta actitud es aplaudida por la mayoría de nuestros medios de comunicación, porque le viene bien a la derecha como una manera de hacer política contra Podemos. Lo que sí resultaría interesante es conocer los intereses económicos de nuestro expresidente en Venezuela, muy relacionados con quienes amasan grandes fortunas en ese país caribeño, las que en muchos casos ya se han depositados en paraísos fiscales, a buen recaudo, para contribuir al empobrecimiento del pueblo venezolano, después de haber sido esquilmado por esos salvapatrias.
Si Felipe Gonzalez realmente quiere convertirse en defensor de los perseguidos por motivos políticos, le sugiero que a su vuelta haga escala en Arabia Saudi, en donde una dictadura que oprime con castigos físicos y penas de cárcel la libertad de expresión. Tiene la oportunidad de ofrecerse como defensor Raiw Badawi, un bloguero que ha sido condenado a 10 años de cárcel y mil latigazos por "insulto al islam", aunque dudo que le dejen entrar para realizar esa tarea humanitaria. Es más, le recordarían los lazos de amistad y negocios lucrativos que les unen, y que tuvieron su apogeo en la venta al principe Salman, miembro de la familia real Saudí, de la finca de la que era propietario Felipe Gonzalez en la zona más exclusiva de Tanger. Y es que estos socialistas de antaño son capaces de cualquier cosa para hacerse millonarios y perder su dignidad.
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